Amy Chua se ha hecho conocida luego de publicar su libro "Madre Tigre, hijos leones". Chua provocó mucha notoriedad debido a sus chocantes anécdotas, como amenazar con quemar todos los peluches de su hija si tocaba mal el piano. Chua afirma que esas
técnicas de crianza no solo eran típicas de los inmigrantes chinos, sino que
también explica por qué el chino-americano promedio, ha superado educativamente
a otros grupos étnicos
Chua y su esposo Rubenfeld
sostienen además que una única combinación de rasgos de personalidad son la fórmula
mágica detrás del éxito.
Los tres rasgos son: la creencia en la superioridad de su propio grupo,
una tendencia hacia la sensación de inseguridad, y la habilidad de controlar
sus propios impulsos.
De acuerdo a lo que nos dice el
libro, los individuos que pertenecen a culturas que enfatizan con estos tres
rasgos tienden a tener mayor desempeño.
Como un ejemplo de esta teoría, Chua y Rubenfeld señalan el éxito de los
mormones, nigerianos, persas, cubanos, indios, los Asiáticos del Este, libaneses,
y judíos.
Hubo críticas por los estereotipos en el libro, aunque también recibió elogios por la franca discusión de la pregunta ¿Por qué algunos grupos en Estados Unidos, en promedio, tienden a
ser mejores que otros? Si uno examina la
teoría de Chua y Rubenfeld atentamente, se
hace evidente de que la cuestión es más psicológica que cultural: Ellos
proponen que una combinación específica de rasgos psicológicos pueden explicar
el éxito y creen que personas de ciertos grupos son más propensos a poseerlas.
Joshua Hart y Christopher Chabris,
ambos profesores de psicología del Union College, decidieron probar
empíricamente “los tres rasgos de personalidad”. La investigación involucró a más
de 1200 adultos de diferentes etnias.
Estos investigadores escogieron
una muestra representativa de estadounidenses, en lugar de los miembros de los
grupos exitosos mencionados por Chua y Rubenfeld, ya que esto brindaría una prueba
más fuerte a la teoría.
Si la presencia de estos tres
rasgos predice el éxito, independientemente del grupo étnico o cultural de uno,
entonces uno podría concluir con mayor certeza que esta combinación de rasgos,
de alguna u otra manera conducen al éxito.
El primer rasgo de este “grupo de tres”, es la creencia en la superioridad
de su propio grupo. Esto fue medido con una escala que preguntó a los
encuestados, que tanto estaban de acuerdo con expresiones como esta: “La mayoría de las otras culturas están
atrasadas comparadas con mi cultura.”
La medición de la inseguridad, el
segundo rasgo, es un poco más complejo, ya que Chua y Rubenfeld argumentan en
su libro que la inseguridad puede tomar muchas formas incluyendo la baja
autoestima, sentimientos de peligro, o temor a perder lo que ya se ha
conseguido. Por lo tanto, los investigadores midieron la inseguridad usando
múltiples escalas.
Para el tercer rasgo, el control,
utilizaron escalas de impulsividad, conciencia, y coraje.
Los investigadores también
midieron las habilidades cognitivas de sus participantes mediante pruebas de
vocabulario y razonamiento matemático. Aunque la teoría de Chua y Rubenfeld no
hace hincapié en la inteligencia. Investigaciones pasadas mostraron en general
que las habilidades cognitivas son uno de los más factores predictores del
logro y el éxito.
Finalmente, midieron el éxito
familiar, consiguiendo los reportes de ingresos anuales de los participantes, nivel
de educación, honores y reconocimientos obtenidos. Todos estos indicadores de
éxito fueron combinados para crear una
sola variable de éxito.
Usaron análisis de regresión para
determinar la fuerza de la relación entre los rasgos de personalidad y la percepción
subjetiva del éxito.
Los hallazgos no apoyaron la
teoría de Chua y Rubenfeld de los tres rasgos. Los participantes que informaron el mayor
éxito no obtuvieron puntajes altos en los tres rasgos. En cambio, los mejores
predictores de éxito fueron la capacidad cognitiva y la educación de los
padres. Además, en contradicción directa
con la teoría de Chua y Rubenfeld, una mayor
inseguridad personal fue relacionada con menos éxito en la vida.
Adicionalmente, hubo una pequeña
pero no insignificante correlación entre los sentimientos de superioridad en un
grupo y el logro de un mayor ingreso
económico.
En otras palabras, los
participantes que expresaron más orgullo acerca de su grupo étnico, reportaron
generar más ingresos. A pesar de que estos hallazgos apoyen la teoría, no se encontraron
evidencia consistente de que esta única combinación de tres rasgos, -superioridad
de grupo, inseguridad personal, y control de impulso,- nos lleve a un mayor éxito.
Si la teoría de Chua y Rubenfeld no puede explicar el éxito
de ciertos grupos, entonces ¿Qué es lo que sí podría? Hart y Chabris señalaron
que, aunque parezca atractivo pensar que podemos identificar un grupo de rasgos
que se pueden aprender y que determinan el éxito, hay escasa evidencia para tal
formula.
La idea del “Grupo de tres” puede parecer convincente ya que parece encajar con
nuestras propias observaciones personales y frecuentes estereotipos que tenemos sobre los inmigrantes. Para agregar, la teoría concuerda muy bien
con la creencia que el éxito depende del trabajo duro y las cualidades
personales, en vez de las circunstancias. Pero, lo que mejor sabemos es que, el
éxito depende de factores nada sorprendentes como ser inteligente, ser persistente
y tener la buena fortuna de crecer en un entorno financieramente estable.
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