lunes, 17 de octubre de 2016

Nootrópicos: ¿Mejoran el rendimiento del cerebro?


Por: Ps. Bertrand Regader
Los nootrópicos son psicofármacos y suplementos ideados para mejorar el rendimiento de nuestro cerebro.

Desde luego, pocas ideas pueden ser tan interesantes: los nootrópicos podrían incrementar nuestras habilidades cognitivas con el simple gesto de tragar una píldora. Las preguntas surgen cuando llega la hora de desentrañar cómo funcionan exactamente los nootrópicos, qué efectos (positivos y negativos) nos pueden causar y cuál es el estado actual de los estudios científicos que tratan de conocer todas estas cuestiones. En este post voy a intentar responder, en la medida de lo posible, a estas preguntas.
Nootrópicos

Sigue siendo muy complicado definir exactamente el concepto de nootrópico. De hecho, en la medida en que los nootrópicos están todavía siendo objeto de estudio y revisión, no resulta extraño que la comunidad científica no sepa cómo clasificarlos. Es un producto novedoso que incluye un amplio espectro de compuestos, y cada uno de ellos tiene distintos efectos sobre nuestra inteligencia y memoria.
La idea de nootrópico surgió en el laboratorio del químico y neurólogo rumano Corneliu Giurgea, a inicios de los años 70. Desde entonces se han estudiado los nootrópicos en distintas universidades, y esto ha provocado varios cambios en cómo la comunidad académica y la sociedad perciben la posibilidad de mejorar la inteligencia mediante estas píldoras.
Incluso con las limitaciones a la hora de disponer de una definición unitaria, el concepto de nootrópico puede definirse genéricamente del siguiente modo: los nootrópicos son un conjunto heterogéneo de compuestos sintéticos y suplementos que, ingeridos en sus dosis correctas, mejoran nuestras habilidades cognitivas y las funciones cerebrales.
Al parecer, estas sustancias tendrían efectos positivos para la memoria, la concentración, la atención, la creatividad y la inteligencia. Algunas empresas promocionan sus nootrópicos asegurando que también son útiles para mitigar la ansiedad o el estrés. También se ha podido constatar que pueden prevenir el deterioro cognitivo y aumentar la esperanza de vida de personas de la tercera edad.

Una idea muy extendida pero incierta sobre los nootrópicos es la que reza que estas sustancias se engloban dentro de los fármacos psicoestimulantes. Los nootrópicos no son drogas ya que no contienen químicos que puedan suponer daño alguno para el organismo, ni pueden crear dependencia química. Así pues, en principio no suponen ningún peligro, por lo menos a corto plazo, para la salud.
Entonces, ¿por qué muchas personas siguen creyendo firmemente que los nootrópicos son drogas? La explicación es simple. Los nootrópicos también se conocen popularmente como “drogas inteligentes”. Pero, en realidad, estas sustancias son inocuas para la salud de los consumidores, y no tienen componentes tóxicos o adictivos, con lo que no parece muy sensato que les siga catalogando dentro del saco de los psicofármacos. Con alguna excepción.
Algunos tipos de nootrópicos solo pueden adquirirse mediante prescripción facultativa en farmacias. Sin embargo, estos son minoría y solo en los casos en que incorporan algún tipo de sustancia farmacológica. Pero, como he comentado, la gran mayoría de nootrópicos son comercializados libremente, puesto que no contienen componentes problemáticos.
La mayor parte de nootrópicos de venta libre están compuestos por ingredientes variados, entre los cuales abundan las hierbas, los neuropéptidos, las vitaminas y los vasodilatadores. Una de las principales productoras de nootrópicos naturales es la marca estadounidense Nootropic Plus, que incorpora glutamina y acetilcarnitina a su preparado de hierbas y plantas. Estos productos pueden ser comprados en distintos tipos de establecimientos, como por ejemplo grandes superficies, herboristerías y comercios de suplementación.
¿Por qué es interesante el desarrollo de nootrópicos para la sociedad? Bien, existen distintos factores que hacen de los estimulantes cognitivos una de las ideas más prometedoras y útiles para el futuro de nuestra especie.
Vivimos en una sociedad cuya dinámica productiva requiere de una gran concentración y sacrificio de los empleados. La creciente competitividad y la búsqueda de la máxima rentabilidad con el mínimo esfuerzo pueden suponer el campo fértil para que productos como los nootrópicos gocen de una creciente popularidad. Los trabajadores precisan de un rendimiento cognitivo óptimo para poder potenciar sus competencias profesionales y poder ofrecer un plus a sus empresas. Los nootrópicos supondrían, en esta línea, una forma sencilla, inmediata e inocua de contar con una ventaja comparativa.
De hecho, es obvio que el efecto rápido de los nootrópicos sobre nuestro rendimiento cognitivo es una de sus principales bazas. Para un trabajador cualquiera, es mucho más eficiente poder aumentar su inteligencia tomando una píldora que dedicar semanas o meses a potenciar alguna de sus habilidades cognitivas.
Tal vez por este motivo, muchos empleados del cuarto sector e incluso estudiantes de facultades punteras (sobre todo en Estados Unidos) son los principales compradores de nootrópicos. Para estos individuos, no ofrecer un rendimiento académico o laboral excelente puede suponer un descalabro en su carrera profesional, por lo que el beneficio de los nootrópicos, para ellos, es obvio.
¿Son realmente efectivos los nootrópicos? ¿Qué literatura científica ha logrado comprobar sus efectos?
La eficacia de los estimulantes cognitivos ha sido motivo de una intensa polémica. Los resultados científicos no son del todo concluyentes, puesto que varias investigaciones han señalado sus efectos positivos, pero otras no han hallado evidencias para considerar que los nootrópicos son más eficaces que el placebo. Sea como sea, el concepto de nootrópico es tan difuso y son tan numerosos los productos que se venden bajo ese nombre que hablar sobre su eficacia puede suponer una excesiva simplificación.
En resumidas cuentas, y aunque hay muchas esperanzas depositadas en los estimulantes cognitivos, aún no existe evidencia empírica robusta que nos permita afirmar con rotundidad que son útiles a la hora de mejorar las capacidades cognitivas. Lo que es seguro es que, en pocos años, la ciencia irá descubriendo cuáles son los compuestos que tienen una mayor influencia en potenciar nuestro rendimiento cerebral.
Referencias: 
  • Chen-Yi, Wu y otros. (2015). The Effects of Anti-Dementia and Nootropic Treatments on the Mortality of Patients with Dementia: A Population-Based Cohort Study in Taiwan. PLOS One.
  • (2012). Nootropic Ingredient Directory. Disponible en: http://www.limitlessmindset.com/resources/nootropic-ingredients.html
  • Ruiz, J. (2005). Drogas Inteligentes. Editorial Paidotribo.
Extraído de: 

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